Recuerdo a la perfección ese 3 de Noviembre... un día en el que sonó mi teléfono y me dieron la terrible noticia, había pasado algo que hizo mi móvil caer y un mar de lágrimas surgiera de mis ojos. Una bomba de calor que fuera desde mis venas hasta el corazón y una vez en él, estalló. Fue cómo si una pequeña parte de este se rompiera. Le faltaba algo, ese algo eras tú.
En mi cabeza hay un mar de momentos felices junto a ti princesa. Hace cuatro meses que el cáncer ganó esa partida que empezasteis hace dos años; todos esperábamos que entre tus tratamientos y tus ganas de seguir entre nosotros ganarías, pero no. El cáncer se llevó una vez más a una persona increíble.
A veces por la noche miro al cielo y me acuerdo de la princesita con la que pasé mi infancia, una princesita que me ayudó, con la que reí millonadas, con la que fui de vacaciones y con la que viví...
Añoro esos momentos de pequeñas pero es que ha pasado tanto tiempo...
Si me dieran la opción de concederme tres deseos desearía: poder volver a verte, hablar contigo y abrazarte.
Es extraño haberte tenido antaño y que ahora haga tanto daño el no volver a verte más, pero sé que estarás ahí viéndonos crecer conforme pase el tiempo y siempre ayudándonos desde dónde quieras que estés.
Sigues todavía muy presente en mi cabeza y te echo muchísimo de menos. Hay veces que pienso que cuándo pase el tiempo y ya me haga mayor, si me olvidaré de ti... y me duele porque no quiero perderte dos veces princesa. Espero acordarme siempre de ti.
Siento no haberme despedido cómo hubiésemos querido ambas, pero recuerda:
<<Te quiero>>
