Viernes (31-5-2013)
Hola princesa:
Hace mucho que no te escribía pero ya sabes que todos los
días miro al cielo varias veces.
¿Sabes? Casi gano un concurso de redacción y todo gracias a
ti, porque fuiste la que me inspiraste. Me hicieron leerla en el instituto y
mientras la leía, tu imagen venía a mi mente y sonreías… casi todos acabaron
llorando, pero yo estaba feliz por haberte visto una vez más.
Ayer vi una foto tuya y me acordé de aquel día en el cual soñaste
conmigo en tu época en el hospital… tu
madre me lo contó al día siguiente y yo, mientras sonreía, lloraba de
impotencia y a la vez de felicidad al saber que aun te acordabas de mí y no me
olvidabas, ahora yo tampoco te olvido y dudo que lo haga en su día.
Me ha encantado la noche de hoy porque soñé contigo al igual
que tú lo hiciste. No te puedes hacer a la idea de lo feliz que me he levantado y las ganas de luchar que se
han apoderado de mí.
Decirte que por aquí abajo han cambiado mucho las cosas, que
aunque es raro e increíble, ya han pasado 6 meses… han pasado volando porque parece que te fuiste
ayer, pero en realidad el tiempo es demasiado corto. El día de mi graduación
llega y sé lo mucho que te gustaría estar allí; te digo que en tu honor haré muchas
cosas, no dejaré los deportes y llegaré a esa meta que tanto soñábamos ambas.
Gracias por estar esos años junto a mí, fuiste muy
importante en mi vida, pero he aprendido que decir adiós es ley de vida.
Desde la tierra, una de las personas que más te quiere te
envía esto al cielo.
Te quiero